A la edad de 121 años Shomat había estado residiendo en su Palacio de los Reyes por un periodo de veinte años. A pesar de que la construcción del palacio tardó cuarenta y cinco años en concluirse, y cada año se realizaban nuevos anexos (?), pero Shomat no era feliz con todo cuanto le rodeaba. Su palacio era más grande que cualquier otra estructura de la ciudad y los jardines de su palacio eran los más bellos y contenía más plantas vivas de las que la gente pudiera llegar conocer. Pero Shomat exigía más y más a aquéllos que crearon su hogar y sus jardines.
Shomat envió mensajeros pidiendo que Lemash, el gobernador (esta palabra parece definir algún tipo de liderazgo entre los criados- aunque nunca los definieron como criados. Tendré que preguntárselo al Dr. Watson) de su palacio, que se presentara en los jardines inmediatamente. Y Lemash obedeció.
"Sí, mi Rey, ¿qué es lo que requerís de mí?"
"¿Ves estos bulbos naranja de hojas castañas que me rodean?"
"Por supuesto, mi Rey. Son diferentes a los que pueblan esta caverna."
"¿Ves esta peculiar piedra que me rodea?" preguntó Shomat.
"Por supuesto, una vez más, no hay ninguna como ella en la caverna."
Y de repente Shomat montó en cólera, maldiciendo a sus criados (bueno no realmente sus criados aunque tendrá que valer) y gritando a aquéllos que se encontraban ante su presencia.
"¿Quienes creéis que soy? ¿Pensáis que nunca he utilizado los Libros para ver la belleza que hay fuera de esta caverna? ¡Yo mismo escribí esos libros, aún cuando me visteis ser instruido por el Gran Maestro! Y aún así actuáis como si debiera conformarme con la belleza que me rodea. ¿La belleza que llega sólo a esta caverna, esta caverna sin luz, sin calor y sin color? ¿Pensáis que la piedra y la oscuridad es todo lo que necesito? ¿Quiénes creéis que soy?"
"Mi Rey, ¿qué es lo que pedís de mí?"
"Trae ante mí al Gran Maestro Kenri. Trabajaréis juntos (¿trabajo en el más estricto sentido de la palabra?) y crearéis la belleza real para mi. Aguas rugientes. Colores inimaginables. Creaciones vivientes, ¡y nada de piedras! ¡Esos son los jardines que exijo! Ve ahora y tráemelos."
Y así Lemash fue a Kenri, el Gran Maestro del Gremio de Escritores, y juntos crearon una Era cuya belleza fue más allá de lo que el hombre había conocido. Juntos llevaron la Era al Rey, ocho meses (estos son meses D'ni) después de que su petición hubiera sido realizada.
Shomat se alegró de todo lo que vio. Grandes hojas verdes y amarillas, flores de todos los colores y aguas rugientes de un azul turquesa como la mayoría de las piedras más coloridas de D'ni. Y ascendió a Lemash (como ya era el gobernador, no estoy muy seguro de que tipo de ascenso aunque la palabra es bastante precisa) e hizo de Kenri su Gran Maestro más preciado de todo D'ni. Shomat pasaba todos los días en su nueva Era, y les pedía más, y pedía a sus arquitectos que proveyeran de estructuras a estas Eras.
Y mientras todo esto sucedía, los celos de los hermanos de Shomat crecían mientras su ira se convertía en furia. No habían sido invitados a vivir en el palacio de su hermano, ahora que multitudes de ciudadanos plebeyos eran invitados a los jardines de Shomat, mientras que a ellos no se les permitía visitarlos. Sus corazones ardían de furia hacia su Rey y hermano.
Y sucedió que estando Shomat sentado en soledad en su Era Jardín dos criaturas se aproximaron a él. Aunque sus apariencias eran de hombres, caminaban con los brazos y piernas y se movían con rapidez. Shomat se asustó al ver semejantes criaturas e inmediatamente llamó a su guardia. Las criaturas huyeron de estos pero Shomat mandó perseguirlos. No fue hasta que pasó un día cuando regresaron. Afirmaron haber visto una ciudad con cientos de esas criaturas viviendo en ella, hablando entre sí y organizándose en ejércitos. Estos ejércitos vivían dentro de la Era Jardín de Shomat. Y Shomat sintió pánico.
Shomat ordenó prisión para los hombres que habían visto esa ciudad (no estoy seguro de si fue una prisión física o de Libro) por lo que vieron. Y llamó a su consejero más leal (?) Lemash a su residencia de la ciudad. Cuando hubo escuchado todo sobre las criaturas y su organización, Lemash también sintió temor.
"No tenemos más remedio que quemar el Libro," recomendó Lemash. "Sabéis que esta Era no es nuestra, si ya está habitada. Conocéis las reglas de nuestras Escrituras, y de nuestros Libros y de nuestro pueblo."
Pero el corazón de Shomat no se conmovió por las palabras de Lemash y se volvió aún más colérico y violento. "El mundo fue creado por mi, para mi. Si hay existencia de otros seres, tendrán que morir. Ahora esto es D'ni."
Así Shomat ordenó que trajeran a sus hermanos a palacio y les informó del problema. Shomat preguntó a sus hermanos si podrían matar a aquéllos que vivían en las Eras Jardín y les tentó con promesas de poder y autoridad. Y de esta manera ellos accedieron aún cuando odiaban a su hermano.
Los hermanos de Shomat viajaron a la Era y fueron hacia las criaturas para destruirlas. Pero al hablar con estas se convencieron de que las criaturas no debían morir y en cambio podrían ser utilizadas para destruir a su hermano. De esta manera tramaron un plan para matar a su hermano, el Rey.
Cuando Shomat aguardaba en su Palacio de la ciudad, sus hermanos aparecieron.
"Hemos terminado," anunciaron. "Todas las criaturas están muertas".
Shomat se alegró de escuchar las palabras de sus hermanos y aparentemente mostró afecto hacia ellos. "Hermanos míos, os he hecho mucho mal. Hubo muchas veces en las que no os traté ni siquiera de igual modo a quienes trabajan en mi palacio. Y por estas acciones estoy arrepentido. Pero hoy me habéis demostrado, a diferencia mía, que no me guardáis ningún rencor. Sois mejores que yo. Me habéis mostrado favores y por ello os pido que aceptéis lo que os voy a ofrecer. Por favor aceptad este regalo."
Y Shomat dio a sus hermanos un Libro Conector. Sus páginas estaban llenas de descripciones sobre la belleza de la vida, igual que la de la misma Era Jardín de Shomat.
"Y será guardado aquí en este palacio donde ahora viviréis."
Plenos de felicidad y olvidando su odio por Shomat, sus hermanos fueron rápidamente a la Era. Y fue allí donde murieron pensando que habían engañado a su hermano. Shomat quemó el Libro en su propio fuego, borrando para siempre de su mente a sus hermanos y a su traición.
Y Shomat ordenó al Gran Maestro cambiar su Era Jardín para que aquéllos que vivían allí murieran. Kenri obedeció al rey aún cuando sabía que obraba mal. Su vida, hasta su muerte, fue una constante confusión.
Pero Shomat, aún sabiendo que lo que hizo estaba mal, continuó viviendo y esforzándose por conseguir todo lo que quería.
La historia continúa pero éste parece un buen momento para parar. Me gustaría revisar todo esto unas cuantas veces más, con mejores traductores - puede que incluso con el Dr. Watson. De momento he completado un montón de palabras de la mejor manera que he podido.